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En las 2 anteriores entregas de los días 06 y 14 de junio os contaba que gracias a Monstruo Bloggueras podíamos disfrutar del Capítulo Oculto Nº 13 sobre Ghoulia Yelps y su Acampada en el Centro Comercial, hoy publico la tercera y última parte de este emocionante capítulo donde podréis enteraros del desenlace.

 

Capítulo Oculto Nº 13 de Ghoulia Yelps
Capítulo Oculto Nº 13 de Ghoulia Yelps

 

… Ghoulia jamás había visto nada tan romántico en sus cómics, y este pensamiento la hizo llorar más. El olor a goma, las paredes de tela verde de la tienda de campaña, sus pies asomando fuera de la tienda… Seguro que nunca olvidaría este instante, y seguro que acabaría por convertirse en un recuerdo más de esos que tanto la atormentaban. Las lágrimas bañaron sus labios con el doloroso sabor de la tristeza. Ahora ya daba igual si miles de personas veían o no su vídeo por internet, o si su zombimoto tenía un motor súper potente, el tiempo pasaría y, como siempre, acabaría ganando la partida.

 

–          “Somos el 99 por ciento”, gritó una voz masculina desde un lugar cercano.

–           “Ojalá fuera cierto”, pensó Ghoulia mientras besaba a Moe entre lágrimas.

 

Ella era una marginada entre los marginados, condenada a vivir lejos de su amor, Slo Moe.

 

–          “Rosa, Jazmín”, siguió gritando el desconocido. “¡Ya ha empezado! Enviad un mensaje a Ziggy y a Hanna, yo aviso a los demás y voy a por las tiendas que tengo en el coche”

 

A Ghoulia, el entusiasmo que transmitía esa voz le pareció una broma de mal gusto.

 

–          “¿Cómo se atreve a estar contento en un momento tan trágico?”

De repente dos chicas empezaron a gritar, “Acampada, acampada”.

 

–          “Seguramente son Rosa y Jazmín”, pensó Ghoulia. “Un momento, ¿Jazmín no es un nombre de chico? Mmm, quizá sea un nombre neutro. De todos modos es el nombre de una flor y las flores son femeninas, ¿verdad? A lo mejor existen flores masculinas. ¿Por qué les gustará a los normis ponerse nombres tan cursis? Y encima dicen que los nombres de los monstruos son raros. Ghoulia, Slo Moe; a mí me parecen nombres normales, pero mira que llamarse Jazmín”.

 

–          “Acampada, acampada, acampada, acampada”

 

En pocos minutos se había reunido una muchedumbre que coreaba consignas. Las sombras deformadas de los normis se traslucían por la tela verde de su tienda de campaña.

 

–          “¿Nos van a atacar?, preguntó preocupada Ghoulia, ¿qué está pasando allí fuera?”

–          Slo Moe la abrazó con fuerza, “No te muevas de aquí”

 

En vez de hacerle caso, Ghoulia sacó la cabeza por la puerta de la tienda de campaña. Un montón de gente se había reunido en el antro comercial. El suelo estaba cubierto de tiendas de campaña y sus pancartas llenaban el cielo de la noche: “Estoy aquí por mis nietos”, “Compra productos locales”, “¡No a la comida basura!”.

 

Era una de esas protestas que Ghoulia había visto en internet, en la que los normis se quejaban de sus problemas y pedían cambios. Ghoulia sabía que se habían organizado manifestaciones en las grandes ciudades, ¿pero qué hacían en un antro comercial? Luego se dio cuenta de que habían acampado frente a la panadería, que en pocos días iba a cerrar. Habían traído tartas caseras y las estaban compartiendo.

 

–          “¿Por qué no habré conseguido yo reunir un gentío como este?” Suspiró Ghoulia mientras salía de la tienda de campaña.

 

En vez de una respuesta, Ghoulia recibió aplausos.

 

–          “¿Eh?. ¡Ellos empezaron esta protesta!” Gritó una voz que le resultaba conocida.

 

Era el normi que había llamado a Rosa y Jazmín. Resultó ser un universitario desaliñado con vaqueros manchados de barro, mal afeitado, estaba claro que formaba parte de la élite del uno por ciento.

 

–          “Acampada, acampada, acampada, acampada”, gritaba el gentío mientras se acercaba Ghoulia.

–          “¡Eeeeeeeeeh!”, gruñó Moe saliendo en su defensa.

–          “No te preocupes”, le susurró Ghoulia. Luego se volvió hacia el chico y le hizo un gesto como diciendo, “Ya lo sé, a veces mi amigo puede parecer un poco raro”.

–          “Con una tienda basta para empezar una acampada”, mientras le mostraba esta consigna escrita en su camiseta, “y vosotros dos habéis empezado todo esto”.

 

A continuación, le ofreció a Ghoulia un trozo de tarta de manzana. Slo Moe le susurró al oído:

–          “Ya te dije que debíamos tomarnos un respiro”

 

Entre risas, Ghoulia se puso de puntillas y besó la mejilla del único zombi que acampaba en su corazón.

–          “Despierta Heath, yo haré las pancartas”

 

Media hora más tarde, Ghoulia estaba conduciendo su zombi moto entre la gente. Como siempre, Moe iba detrás de ella, solo que esta vez, en lugar de una bebida energética sujetaba una pancarta que decía:

–          “¡Monstruos! Somos el 31% ¡Acampada en el antro comercial!”

 

Heath lo estaba grabando todo con su cámara y editaría las imágenes para que pareciera que se trataba de una protesta de los normis en defensa de los monstruos. Seguro que lo vería todo el mundo antes de medianoche y demostraría a los padres de Ghoulia que no había ningún motivo para huir.

 

Quizá no fuera exactamente lo que había planeado ni se tratara de una protesta real, pero su plan acabaría funcionando como todo lo que hacía Ghoulia:

 

Pasito

                A

                               Pasito.

FIN

 

Hasta la próxima. Besitos.

;=)

Por Helenitaz

I created this space to share my hobbies, especially for the Monster High, with all those, friends or not, who like dolls and everything related to them. Do you want to know more? Visit my blog: www.helenitaz.com

2 comentarios en ««Acampada en el Antro Comercial” – Tercera Parte»

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